Yo diría que las manualidades son el arte de crear usando cualquier material y cualquier técnica que podamos imaginar, reconocidamente inventada o no.

Cajitas coquetas, para mujeres coquetas.
El papel lo encontré en un fondo de internet, en pinterest, y como siempre, lo trabajo un poco con Power, para aumentar o disminuir el tamaño, para hacerlo mas amplio, como máximo tamaño folio que es lo que permite mi impresora, pero es suficiente para forrar una caja de unos 22cm.

Las etiquetas están realizadas con troqueles sizzix, del tipo framelits, diseño el contenido de la etiqueta, mas o menos pongo algo que tenga relación con el uso que le voy a dar a la caja.





No son nada del otro mundo, ni realizadas con técnicas laboriosas. Pero tienen un algo mono, un cierto encanto.
Generalmente, el soporte procede de las tiendas de todo a cien, bueno, hoy sería de todo a un euro, que es un decir, claro, porque por ese precio, poco hay. Por lo tanto, el material a usar es de baja calidad, disimular las imperfecciones será difícil.
El papel que he utilizado en la mayoría, es de impresora casera, bajado de fondos de internet y trabajado un poquito con el Power. Otras están realizadas con papeles de scrap y servilletas. Los accesorios los realizo con troqueles, un poco de Power y lo que pillo por ahí. Muchas veces compro cosas en las tiendas de chinos y los tuneo un poco, pero por lo general, están hechos con troqueles.





Las siguientes, llevan mas accesorios, pero tampoco son complicadas de elaborar.Las siluetas son de Dayka.



El papel de zapatos es de una bolsa de regalo que encontré en los chinos


A los niños les encantan los cajones donde guardar cosas. Un continente donde meter y sacar, volver a meter cualquier objeto, porque el juego es ese, meter y sacar, para volver a meter y sacar. Llena y vaciar.
Un baúl para guardar los juguetes siempre es práctico, y también decorativo. Encontré esté con ruedas y unas ondas que me gustó mucho. Lo compré a través de internet, un poco caro, eso si, pero bueno, prometía. Es de madera de pino macizo, y lo he decorado en armonía con los colores de la habitación de mi nieta.
Las figuras y las plantillas que he utilizado para decorarlas son de Dayka, una marca que me gusta mucho por su estética y calidad.


La naricita y boca del gato lleva una capa de cola para relieve, así resalta sobre el mate de la pintura que es de acabado “Tiza”, la he descubierto hace un tiempo y me gusta mucho. Tenéis las marcas de Artis o Americana, a mi me gusta mas esta última.





Falta muy poco para que sea abuela. Es una niña, y seguro será preciosa. Y aquí andamos toda la familia, “ensoñándola”.

Los psicoanalistas hablan de “reverie” , de esa capacidad que tiene la madre para “ensoñar” a su hijo, para poderlo pensar, para tenerlo en la cabeza, sentir sus necesidades, casi adivinarlas, recoger su angustia y transformarla. Las madres ensoñamos a nuestros hijos, desde el primer día que sabemos que vendrán, y así para siempre. Yo me siento feliz de ensoñar a los mios. Y ahora, haciendo huequito a mi nieta.

Los papeles que decoran el fondo de las cajas los he hecho con fondos bajados de internet. Luego hago una composición con el Power Point y quedan estupendos. Suelo utilizarlos para el interior porque no se pueden barnizar, solo con spray, pero no es lo mismo que darles una capa de barniz protector. Pero bueno, nada es perfecto.


Esta cajita me encanta, es un fondo de internet.


Esta también es de un fondo bajado de internet. Y la silueta es de Urrea, son parecidas a las de Dayka.









Tengo mas en producción que ya os iré mostrando…





Como se trata de una fiesta, pues he utilizado troqueles de globos, muchos globos, uno por invitado, para poner la firma. El album es todo un trabajo de scrap, mas o menos lo que conocemos como un collage. Esto significa que lleva muchas horas de trabajo, pero bueno, será un bonito recuerdo que tendrá mi nieta de la paciencia de su abuela.












La ilustración que pone fin al album es de María Paseli, un regalo. Muchas gracias María, y como siempre, preciosa.

Mi tía tenía una casa en un pueblo de Andalucía. Y la casa tenía un patio muy grande, precioso, con palmeras, una parra, limonero, su higuera, la hierba Luisa, un pozo y un corral. Y el corral tenía gallinas. Y un gallo. Y las gallinas eran de las de verdad. De esas que picotean de todo, que viven entre paja. De esas que tienen una larga vida. De esas que en nuestros tiempos son difíciles de encontrar.

Encima del corral había un pajar, que por tener, tenía hasta una bruja. Se llamaba Atanasia y disponía de dos caras. Creo recordar que una era verde y la otra roja. Por supuesto, una buena y otra mala. En la infancia estas cosas están bien escindidas, para no confundir.
La existencia de este personaje hacía que dar de comer a las gallinas resultara un poco estresante. Era como si unos ojos vigilasen cada movimiento que hacíamos. Darles de comer era todo un ritual. En la sobremesa troceábamos los restos de la comida. Recuerdo sobre todo hacer trocitos la corteza del melón y la sandía.
Lo peor de todo es que debajo del pajar también estaba el water, pues la casa de mi tía era muy antigua y no tenían aseo en el interior.. Creo que alguno de mis problemas intestinales se gestarón en aquella época, pues según me contaban yo mostraba cierta resistencia a ir sola al retrete.
En fin… historias de la infancia. Ese mundo mágico en el que crecemos y al que tenemos que decir adiós cuando asoma la adolescencia. Mundo de ogros, hadas, brujas…. y gallinas.


La elaboración de los platos la encontrareis en otras entradas. De tods formas, os remito a tutoriales sobre decoupage en vidrio de Youtube que son estupendos.
La caja está realizada también en decoupage, ya sabeis… recortar y pegar.


El detalle de la gallina está realizado con arcilla polimérica, la marca comercial mas conocida es Fimo y con un molde. Es un material interesante que cuando se le coge el gustillo da para mucho y es muy divertido. Hablaremos de ello en otra entrada.


Hoy entra oficialmente la primavera. Y en su honor he puesto esta entrada llenita de margaritas. Es una de las flores que mas me gusta, en todas sus variantes.
Recuerdo que de niña, en primavera y verano mi padre nos llevaba a un sitio precioso de la provincia de Jaén. Se llamaba, y tal vez aún se llame, La Aliseda. Por Abril y Mayo se llenaba de margaritas y amapolas. Uno de esos espectáculos preciosos que nos regala la vida.

En una de las servilletas que he encontrado para decorar un platito de cristal he descubierto la historia de Daisy.

Daisy es una margarita de la familia “Ojo de buey”. Son esas florecillas pequeñitas, blancas o amarillas que encontramos por los campos, esas que solemos llamar “manzanilla”. Parece que hay unas docientas especies de margaritas. Las ojo de buey dicen que son amadas y odiadas a la vez. Ya veis, como la vida misma. La razón de ello, es que hubo un tiempo en que fueron una plaga sobre los pastos y cosechas de Europa.


Esta es una de las primeras cajitas(la segunda o tercera) que hice cuando descubrí por casualidad el mundo del decoupage. En realidad no es un trabajo de decoupage, pues está forrada con papel de pliego que es mucho mas grueso que una servilleta, está a medio camino entre una cartulina y una servilleta. La etiqueta está hecha con el powerpoint y las margaritas que decoran la tapa ni recuerdo de donde las saqué. Tengo especial cariño a esta y otras cajitas que hice en mis inicios. Me gusta conservarlas, son parte de mi pasado, de mis recuerdos, por lo tanto, de mi misma, como La Aliseda.

Para el proceso de elaboración os remito a otras entradas donde explico la técnica del decoupage en madera y en vidrio.
Me encantaría poder trabajar la cerámica. Las arcillas, los barros, la porcelana, el vidrio… decorar con esmaltes y pigmentos de los de verdad. Pero claro, todo esto supone instalar y manejar materiales y herramientas que requieren de espacios físicos preparados para ello y mi familia no está dispuesta a consentir que sustituya parte del mobiliario por tornos y hornos que alcancen los 1200º en plan calderas del Titanic. Yo les comprendo y acepto las limitaciones que la realidad me impone. De momento me contento con las escasas clases de cerámica a las que una vez por semana asisto, pues mis otros quehaceres no me dejan mas tiempo para dedicarme a estos mis placeres.

Decorar objetos de loza o porcelana con pinturas cerámicas frías (de baja temperatura 160º-180º, o sea, horno casero) mezcladas con decoupage u otras técnicas, sólo tiene de común con el arte de la cerámica el soporte que utilizamos. Nos movemos en el terreno de “las manualidades”, artes menores pero igual de complejas, bonitas, divertidas y muy creativas.

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De París se pueden decir muchas cosas, menos que resulta indiferente. Es una ciudad increible. C’est magnifique. Es de esos lugares que se meten en tu vida y al que añoras volver. Pasear por Paris es un continuo descubrimiento, cada rincón sorprende. Cuando parece que ya lo has visto todo, doblas la esquina y ¡oh! una plaza, una iglesia o una tienda llena de ese glamour que solo tiene Paris.

C’ est la vie es una típica frase francesa que se suele decir para consolar a alguien cuando le sucede algo malo.
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